El rollo de 36

Lucha con la luz

Después de haber sacado más de 15.000 fotos con una réflex digital un amigo me invitó a volver a usar un rollo de 36 exposiciones. La excusa era aprender a revelarlo manualmente, cosa que nunca había hecho. Así que compré dos Kodak T-Max y después de pelear con la Nikon EM de papá pude salir a pasear.

Unas 70 fotos después logré sacar varias conclusiones. La primera, bastante gastada, es que cuando sabés lo que estás haciendo podés cambiar de cámara en cualquier momento y obtener resultados aceptables. La segunda es que a veces uno cree que se está tomando su tiempo pero no es cierto.

El tiempo promedio que tardé en disparar la cámara antes de cada foto fue de por lo menos 4 veces el tiempo que tardo en hacerlo con mi DSLR. Y esto tiene una explicación obvia. La foto analógica no te permite tener un feedback instantáneo. No hay histogramas, no se puede ver la imagen, no podés saber si la exposición fue correcta o no.

Uno crece como fotógrafo cuando vuelve a usar un rollo de 36 exposiciones. Quizás sea solamente porque como hijos del rigor nos duele apretar el disparador porque cada click  cuesta $4. Lo cierto es que me resultó una experiencia tan enriquecedora que ahora tengo el tanque de revelado y los químicos en casa. Lo que resultó todavía un poco más caro.